lunes, junio 09, 2008

Sin vergüenza

Columna de Opinión

Cecilia López Montaño
Partido Liberal
Miembro de la comisión Segunda

Sin vergüenza ha actuado el Gobierno frente a la reforma política y ante la posibilidad de que se convierta en realidad la "silla vacía". La Presidencia expidió el viernes un comunicado que solo se acepta en un país obsesionado por la popularidad del primer mandatario. "No es bueno para la democracia la pretensión actual de afectar los partidos minoritarios y adoptar una figura de 'silla vacía' " afirma el Gobierno. Pero esta frase que parece anodina, tiene un contenido profundo que el Ministro del interior develó sin sonrojarse.

"El gobierno no puede perder la gobernabilidad", afirmación que encierra dos terribles verdades. Primero, se acepta que sus mayorías están conformadas por parlamentarios comprometidos en el escándalo de la para-política, lo cual vuelve y acerca al Gobierno con el paramilitarismo. Lo que dice, sin querer queriendo, es que con la silla vacía se queda sin el poder que tiene actualmente en el Congreso. Muy coherente este comportamiento con las célebres palabras del señor Presidente Uribe cuando les dijo a sus parlamentarios que votaran antes de que los pusieran presos.

Segundo, y probablemente más grave, es que el objetivo de mantener a toda costa sus mayorías en el Congreso no es para hacer las reformas que requiere el país sino para asegurar la segunda reelección del Presidente. Es decir, se quiere mantener en el poder así sea con el costo que la historia le cobrará por llegar con el apoyo de la para-política. ¿En qué queda entonces la extradición de los jefes paramilitares que buscaba demostrarle al país y al mundo un deslinde con estos delincuentes? El mensaje es muy preocupante: no hay ningún límite con tal de lograr la segunda reelección.

El Gobierno también afirma que es mejor estudiar un nuevo proyecto "armónico y ajeno a la animosidad política inmediata" y ya anunció que está próximo a definir los nombres de la comisión de estudio de reforma constitucional, para presentar el proyecto el 20 de julio. "Debe ser una reforma constitucional seria y ajustada a los superiores intereses del país", dice el texto del comunicado. "El Gobierno Nacional considera un error pretender reformas a la Constitución por rebatiñas o mezquinos intereses políticos (...)" Lo más molesto de estas afirmaciones es que de nuevo son una ofensa a la inteligencia.

La animadversión política nace en la presidencia, se consolida en los ministerios y se expresa en todos los medios de comunicación. Los mezquinos intereses políticos los tienen en un gobierno que se enfrenta a todo aquello que significa crítica, que produce información que no le favorece. Y además, los intereses superiores del país son claramente los del señor Presidente y los de sus seguidores que parten de una profunda arrogancia: son los únicos que saben lo que necesita el país. El resto de los colombianos somos una manada de ignorantes.

La "silla vacía" inmediata es el único mensaje claro por el que los partidos y el Congreso estaban dispuestos a asumir algún costo. Es una manera de mostrar interés en responder a las justificadas críticas de un país que ve con asombro la corrupción de la política. Por estas razones, los liberales hemos defendido junto con el Polo esta reforma.

Sin vergüenza, el Gobierno ha dejado en claro su juego sucio de asegurar una reelección como sea. De no tener límites para lograr su cometido de ignorar los mandatos de la Constitución colombiana. De demostrar la doble moral de asignar sus pecados a la oposición. La violencia verbal, la intolerancia, la incapacidad de aceptar lo que significa la crítica en una verdadera democracia se ha convertido en una constante en los discursos presidenciales y en las salidas de algunos de sus ministros. Y, entre tanto: ¿dónde está Germán Vargas Lleras?, ¿no dizque le quería dar la cara al país ante un tema tan sensible como éste? Pareciera que el ex senador quiere quedar como prócer de la patria sin embadurnarse siquiera un poquito.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por escribirme. Saludo cordial.
Teresita