martes, abril 21, 2009

Salidas a la Crisis

Por Cecilia López Montaño
Senadora Partido Liberal

Lejos de estar blindada, la economía colombiana entra a la crisis internacional con serias desventajas frente a países como Chile, que se prepararon para estos momentos. No solo no ahorró sino que gracias a los errores de política económica cometidos, empezó a recibir los impactos de la situación internacional, con dos puntos menos de crecimiento de lo que debería. La desaceleración se cocinó dos años antes y ahora el Gobierno pretende que todo lo que sucede _ en términos de crecimiento económico y de desempleo, es la consecuencia de los acontecimientos internacionales. Pero lo más significativo es la reacción del equipo económico ahora que ya es una realidad la recesión. En el debate de control político de la semana pasada, fue evidente el desprecio que el Gobierno tiene por el tema, lo poco que le inquietan las consecuencias de esta difícil situación sobre la vida de la gente. Y además, solo una profunda ignorancia puede explicar su displicencia frente a las posibles soluciones.

A pesar del mal manejo de la economía en épocas de bonanza, a costos altos sin duda, aún existen fórmulas para reducir los costos sociales de la crisis. Sin embargo, su éxito depende de la voluntad política del Gobierno y de su diagnóstico sobre la economía, y para ello se debe declarar en emergencia y salir de la parálisis en que está. Es inconcebible su falta de reacción. Probablemente es el único gobierno que no reacciona. Esta es una crisis de empleo, que ya era un grave problema producto de su idea de que la inversión es la que importa a todo costo. Su confianza inversionista, gracias a la cual se han dado billones de pesos en subsidios y exenciones tributarias a las empresas, abarató el capital frente al trabajo, redujo el empleo formal, concentró en unos pocos los beneficios de la bonanza. Trató de remediar esta falencia con subsidios a los pobres a través de políticas asistencialistas que incentivaron aún más la informalidad. Todos estos errores se han hecho evidentes precisamente ahora.

Mientras el señor Presidente sigue dedicado a la politiquería para que lo reelijan, la verdad es que el país, como el mundo entero, se enfrenta a un freno de demanda y, más grave aún, a la más severa crisis de empleo de las últimas décadas. Pero para el Gobierno no pasa nada, sino que continúa empeñado en ignorar el mercado interno cuya reactivación le resolvería el problema. El TLC con los Estados Unidos continúa siendo su obsesión como si este país no estuviera en serias dificultades. Ahora bien hay fórmulas, complejas y costosas, pero que de todas maneras deberían discutirse. La que ha propuesto el Partido Liberal es la siguiente: es el Gobierno el que debe gastar porque la gente no lo va a hacer. Se tienen que generar 1,5 millones de empleos formales, con programas de Empleo de Emergencia financiados por el Estado: en el campo, recuperando daños del invierno; en las ciudades, arreglando edificaciones públicas, andenes, calles, cuidando ancianos y niños. Ocupaciones que absorban mano de obra no calificada, mientras reacciona la economía, con el fin de reponer los 700 mil empleos formales que se perderán, los 400 mil nuevos trabajadores que entran cada año al mercado laboral y tratar de sacar de la informalidad otros 400 mil. Para financiar este plan, el Gobierno tiene que conseguir _25 billones de pesos: 6 billones al eliminar los subsidios a los empresarios que ahora sí que no se justifican; dos puntos adicionales de déficit fiscal, 10 billones, porque no tiene un peso de ahorro; 7 billones de la utilidades de Ecopetrol; 1 billón con el Distrito para arreglar calles en Bogotá -que sirve de ejemplo para otras ciudades- y 1 billón en reasignación de Agroingreso Seguro y utilidades del Banco de la República. Además, asociarse con los Fondos de Pensiones que poseen $61 billones, para construir obras de infraestructura.

Pero su mayor reto es EJECUTAR, porque el equipo que tiene no ha sido capaz de hacerlo en épocas mejores. Pero insiste en lo que no toca, porque no será _ la confianza inversionista la que le permitirá enfrentar esta crisis.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por escribirme. Saludo cordial.
Teresita