miércoles, junio 13, 2007

Columna de opinión de Cecilia López


Dime con quién andas….
Por CECILIA LÓPEZ MONTAÑO
Las declaraciones del señor presidente Uribe en su viaje a Estados Unidos, especialmente en Washington y, concretamente en sus entrevistas con los demócratas, han tenido unas características particulares. Ha manejado su frustración con una serie de dichos muy utilizados en el
país: “La constancia vence lo que la dicha no alcanza”, “a caballo regalado no se le miran los dientes (sic)”, entre otros. Se le dijo en todos los tonos que no insistiera en volver tan rápido a hacer este tipo de lobbying, que en cualquier otro país es labor de los ministros para dejar al Presidente como última instancia. Pero la terquedad que lo caracteriza, y que muchos colombianos aplauden, lo expuso innecesariamente a él y, sobre todo a Colombia, a una serie de humillaciones, desplantes y frases desencajadas como la de la congresista demócrata Jan Schakowsky que le dijo que tendría que volver dentro de un año cuando pudiera mostrar resultados.
Parecería que el Gobierno no quiere aceptar cuáles son los problemas que enfrenta el país con el nuevo Congreso Norteamericano. Si se entendieran bien los mensajes que diversos congresistas le han dado al señor Presidente, se habría reconocido la inconveniencia de este viaje. En los últimos días, entre el primer y segundo periplo, se han tomado decisiones por parte del Ejecutivo colombiano que, lejos de resolver las dudas sobre cómo funciona el país, las han incrementado. La decisión colombiana sobre la que recae sombra de sospecha es la de allanar el camino para sacar de la cárcel a los políticos con presuntos nexos con los paramilitares -mayoría en las filas uribistas- que, lejos de resolver las inquietudes sobre los posibles vínculos del Gobierno con este grupo al margen de la Ley, las agranda. Las diferencias no se resuelven con medidas ‘eficientistas’ como nombrar a una Ministra y a un viceministro afro-descendientes para darle gusto a uno de los demócratas que preside este poderoso grupo en el Congreso norteamericano. No era este el momento.
Para seguir con la tónica del señor Presidente en su nueva manera de manejar el discurso, es preciso recomendarles a él y a su Gobierno que el dicho más adecuado que puede recoger el verdadero problema con los demócratas es: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Este es el verdadero problema y por ello un ex embajador norteamericano en Colombia afirmó en su momento que si al ex director Noguera del DAS lo encuentran culpable, la situación del señor presidente Uribe se complicaría. Son los ruidos paramilitares que rodean al Gobierno y a sus círculos políticos y las dudas sobre la posibilidad de juzgarlos de manera independiente, los que junto a otros temas relacionados con la violación de los derechos humanos tienen enredado el TLC entre Colombia y Estados Unidos.

Lejos de entender el mensaje correcto que de manera explícita le están dando al Gobierno los demócratas, se insiste en lo mediático, en el “lobbying”, en comprar con condecoraciones, débiles compromisos. Ahora resulta que en pocos días el señor Presidente volverá a Nueva York a crear una costosa agencia que se dedique a ‘convencer’ a todos sobre las bondades del TLC. El problema no es allá, es aquí. Es en Colombia donde están las respuestas a las dudas de aquellos que tienen la sartén por el mango para rechazar o aprobar el TLC. Es aquí donde el Gobierno tiene que demostrar que no habrá impunidad, que la justicia operará sin interferencias así se trate de los amigos del Gobierno. Es aquí donde tiene que probar con hechos, que los sindicalistas se respetan y que no se violan los derechos humanos como política de Estado. Está prácticamente claro que a menos que suceda un milagro ni este año ni el entrante habrá TLC y, que si se aprueba, será en el 2009. Este es un tiempo precioso para avanzar en superar muchas de las debilidades que no sólo inquietan a los demócratas sino a muchos colombianos que saben que el TLC fue mal negociado, que la Agenda Interna está cruda y que la economía no está en su mejor momento para abrirse más.

Mientras esto no se entienda, se gastarán inútilmente millones del erario colombiano que tanta falta le hacen a sectores realmente necesitados del país. No hay derecho.

celopezm@aol.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por escribirme. Saludo cordial.
Teresita