lunes, marzo 22, 2010

De la candidatura de Angelino Garzón a la Vicepresidencia de la República


Columna de opinión
Por: Senadora Gloria Inés Ramírez
Partido Polo Democrático

La escogencia de los candidatos a la Vicepresidencia de la República por parte de los candidatos presidenciales obedece a distintos criterios y da tema para los más diversos comentarios.

Según al editorial del diario El Tiempo del 13 de marzo, “los criterios para su selección son variados: balances internos de los partidos; equilibrios regionales o de género; alianzas multipartidistas, o la compensación de debilidades reales o percibidas de los candidatos”.

En el caso del partido de la “U”, el editorialista califica de “audaz” la escogencia de Angelino Garzón y afirma que “ha despertado entre los uribistas una interesante gama de reacciones: desde los asombrados positivamente, hasta los incrédulos. Los primeros destacan el balance ideológico y socioeconómico que Garzón le provee a la candidatura de Santos, mientras que los segundos miran con recelo la militancia de izquierda del ex embajador en la OIT”.

Las razones que pudo tener el candidato Santos para escoger a Angelino Garzón como su fórmula vicepresidencial, son asunto de él. Lo que no puede pasar inadvertido para nosotros es la “militancia de izquierda” que se le atribuye, porque puede ser utilizada para engañar incautos.

En realidad, Angelino Garzón es un caso emblemático de lo que significan el oportunismo y el transfugismo político, y de la utilización de la política para fines personales, prácticas que en cualquier país en donde la ética sea una condición para ostentar dignidades, serían repudiables, pero que en un régimen descompuesto como el que impera en Colombia, resultan ser méritos.

En los años 80 del siglo pasado, cuando la izquierda estaba en franco ascenso en nuestro país, Angelino perteneció a la izquierda, pero cuando surgió la crisis del “socialismo real” y la ultraderecha colombiana desató la guerra sucia contra revolucionarios y demócratas, previendo tiempos difíciles, emigró de la izquierda y fue a acampar a las toldas de la recién creada Alianza Democrática – M19, en cuya representación fue elegido miembro de la Asamblea Nacional Constituyente.

Allí tuvo una permanencia fugaz, porque durante el gobierno de Samper dio un salto al samperismo que, curiosamente, no fue obstáculo para que después resultara nombrado como Ministro de Trabajo del gobierno de Pastrana, gracias a las influencias conseguidas con su pertenencia a la Comisión de Conciliación de la Iglesia Católica.

A comienzos del presente siglo, los sectores democráticos y de izquierda iniciaron un proceso unitario que pasó por Frente Social y Político, Alternativa Democrática y el Polo Democrático Independiente y que confluyó en la creación del Polo Democrático Alternativo. Angelino Garzón nunca quiso asumir compromiso alguno con estos proyectos, pero tampoco desaprovechó oportunidades para utilizarlos en su provecho personal.

Fue así como en las elecciones para la Gobernación del Valle del Cauca logró el apoyo del Polo, pero una vez elegido gobernador se dedicó a congraciarse con el gobierno de Uribe, llegando a extremos tan vergonzosos como el de acompañar al Presidente de la República a Estados Unidos a defender el TLC.

Con semejantes “méritos”, una vez salido de la Gobernación del Valle, fue nombrado Embajador de Colombia ante los organismos de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), en donde hizo todo lo posible para limpiarle la cara al gobierno de Uribe, que es uno de los principales violadores de la libertad sindical en el mundo, es decir, pasó sin el más mínimo inconveniente a las filas del uribismo.

Este es, en apretada síntesis, el recorrido politiquero de quien ahora es flamante candidato a la Vicepresidencia de la República por el llamado Partido Social de Unidad Nacional, conocido como Partido de la U, cuya denominación no es casual, porque lo “nacional” y lo “social” han figurado, por lo general, en los nombres de los partidos fascistas, como el nacionalsocialista de Hittler.

Lo que se pretende con esta maniobra es engañar a la opinión pública proyectando una imagen de inclusión y amplitud, cuando lo cierto es que el Partido de la U es uno de los más comprometidos con la parapolítica y representa a los sectores más derechistas del espectro político del país. De manera que presentar a Angelino Garzón como “militante de izquierda” no es más que otro de los “falsos positivos” en que es especialista el Ex ministro de Defensa y candidato presidencial Juan Manuel Santos.

Como militantes auténticos de la izquierda y como sobrevivientes del genocidio de la Unión Patriótica por parte de la ultraderecha, no podemos menos que rechazar airados el que se presente a Angelino Garzón como integrante de la izquierda. Esta es una tergiversación de la verdad y un insulto a las miles de víctimas de la guerra sucia y a quienes continuamos su lucha en medio de las más adversas condiciones.

El puesto de los trabajadores, de los sindicalistas, de los campesinos, de los estudiantes, de las mujeres, de las minorías y de todos los colombianos victimizados por la política guerrerista, antisocial y antinacional de Uribe Vélez y de la ultraderecha colombiana está es en las filas de la oposición que encarna el Polo Democrático Alternativo, con Gustavo Petro y Clara López Obregón, pues, como lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, el peor error político que pueden cometer en las elecciones los explotados es votar por los candidatos de los explotadores.

Nota publicada en El Diario Electrónico
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