Semana de pasión con gasolina cara

Columna del senador Hugo Serrano Gómez.
Partido Liberal
Miembro comisión Quinta Senado

Los colombianos aprovechamos el recogimiento de la Semana Santa para reflexionar en torno a los elevados precios de la gasolina y el ACPM que tanto afecta nuestro bolsillo.

No dudamos que en estos “retiros espirituales”, los miembros del sector económico del Gobierno, pudieron evaluar la política petrolera y adoptar mecanismos para que el precio de nuestra gasolina, toda producida en nuestras refinerías y una de las más caras del mundo, no continúe atado a los caprichos de los funcionarios de turno en detrimento de los consumidores.

Nada más grato a los ojos del Señor, que en esta semana de pascua, los colombianos comenzáramos a sentir alivios en los costos de la gasolina y el ACPM, sobre todo, si hace 10 días –por los cargos de conciencia del ejecutivo- se decidió reducir el precio del galón del etanol en $1.560.

Ojalá que tanta reflexión durante la Semana Mayor, le haya servido al Gobierno para que sus funcionarios no se equivoquen tanto a la hora de aplicar las fórmulas para ajustar el precio de los combustibles, que en el solo caso del etanol, le dejó el año pasado, a sólo seis ingenios del Valle del Cauca, utilidades por cerca de 400 mil millones de pesos por un producto que no paga impuestos ni sobretasa ni genera regalías. Lindo negocio.

Estos precios de los combustibles son el peor pecado del Gobierno, si se tiene en cuenta que en Colombia producimos en las refinerías de Ecopetrol toda la gasolina y el 90% del ACPM que consumimos. Su alto precio es un atropello contra los consumidores.

En Julio del año pasado el crudo WTI alcanzó su mayor precio histórico US $147/barril y el costo al productor de alcohol carburante en el mismo mes fue de $4.496, 88/galón (US $99/barril). Sin embargo, el precio del etanol, sin justificación alguna, ha aumentado un 71% (7.680/galón, US $140/barril), mientras que en Brasil, de acuerdo con los últimos informes que tengo en mi poder, su precio FOB en moneda colombiana es de $2.944/galón (US $54/barril).

Si el etanol tuviera un precio justo o al menos acorde con el precio internacional ($2.944/galón) y no nos asustaran a los colombianos con el cuento de que el petróleo que hoy se cotiza a US$50/barril, volverá a subir a los precios de julio del año pasado (US$147/barril), el precio de la gasolina en Colombia, que se encuentra congelada desde hace más de tres meses en $7.474/galón, debería bajar como mínimo unos $1.200 por galón.

El Gobierno debe dejar de cañar tanto y tomar la decisión patriótica de bajar el precio de la gasolina. Sobre todo, si se tiene en cuenta que hay necesidad de reactivar la demanda interna para que los colombianos tengan oportunidad de comprar más. Una buena manera de hacerlo es que con la plata que nos ahorramos y que hasta ahora según el Gobierno alcanza los 500 mil millones de pesos, tengamos más capacidad de compra para beneficio de los hogares colombianos. ¿Cuándo entenderá el Gobierno que no es correcto engañar a los colombianos?

Nota al margen: La semana de reconciliación espiritual que acaba de pasar deja en todos nosotros paz interior, que ojalá se traduzca en paz nacional.