Antes no son más los muertos

Columna de Opinión de la senadora Gina Parody

A una semana de las elecciones, 26 candidatos han sido asesinados. Siete de los crímenes ocurrieron en el último mes, a pesar de que organismos como la Misión de Observación Electoral –MOE-, pidieron al Ministro del Interior, que prendiera todas las alarmas. Se advirtió, por ejemplo, que Samaná, Caldas, es el municipio con mayor riesgo por orden público y violencia y a los pocos días asesinaron al más opcionado candidato a la Alcaldía, Jesús Albeiro Montoya.

Según la MOE , 576 municipios presentan algún nivel de riesgo por violencia. La cifra varía dependiendo de la fuente. Para el Gobierno solo 79 están en un nivel de alto peligro, la Defensoría maneja la cifra de 403 municipios y para la Federación Colombiana de Municipios, el 20% del país se encuentra amenazado (219 municipios). A estas alturas el debate ya no es quien tiene la razón, sino que ya están asesinando a nuestros candidatos y lesionando gravemente nuestra democracia. Y nadie hace nada.

Todo parece indicar que las autoridades se quedaron dormidas en los laureles. Oímos al Ministro del Interior decir que “es imposible en un país con tan alta criminalidad como Colombia, tratar de garantizarles a cada uno de los candidatos su seguridad”, por lo que recomienda a los candidatos no salir de las cabeceras municipales. Es decir, que hagan campaña sentados en el sofá de su casa, mientras las mafias, los corruptos y hasta los presos eligen a los futuros alcaldes, gobernadores, concejales y diputados.

Lo que esperamos todos los colombianos, desde que se comenzaron a revelar los mapas de riesgo, es que se hubiera desplegado un dispositivo de seguridad en aquellos municipios donde se presentan los mayores niveles de riesgo, y no declaraciones en las que los funcionarios se alegran porque en lugar de matar 50, han matado a 20.

También preocupa que no se haya puesto especial atención en aquellos municipios donde se presentaron votaciones atípicas; anomalías o manipulaciones en los votos blancos, no marcados y nulos y limitaciones a la competencia electoral (como los famosos candidatos únicos).

Hoy, 19 Congresistas se encuentran privados de la libertad y otros 21 investigados por presuntamente haber cometido delitos como constreñimiento al elector, fraude electoral y por aliarse con los paramilitares para dividirse ciertas regiones en distritos electorales y sacar unas votaciones atípicas, que resultaron increíblemente superiores a las de sus contendores. ¿Por qué estos indicios sirvieron para iniciar los procesos judiciales contra los políticos, y no fueron tenidos en cuenta para armar el mapa de riesgo y evitar el alargue de esa catástrofe llamada parapolítica?

La discusión entre la MOE y el Ministro estuvo muy caliente hace menos de un mes cuando iban 18 muertes. Ahora que van 26, esperamos que tomen conciencia de que con en estos últimos acontecimientos las alarmas que se prendieron, explotaron. Que comprendan que lo hay que hacer es blindar todo el sistema democrático para garantizar el derecho a elegir y ser elegido. Que los colombianos no nos quedemos sin candidatos, porque los mataron.