Legislatura 'light'

Esta nota la remite el periodista Fernando Augusto Ramírez en donde hace un planteamiento muy interesante y completo de lo que será esta legislatura. A continuación la comparto con ustedes.
Un cordial Saludo,

Teresita

Legislatura 'light'
El día de mañana, tal como lo establece la Constitución, comienza una nueva legislatura, en medio de expectativas discretas tanto por parte del Gobierno como del propio Congreso. Esa impresión quedó confirmada hace unos días cuando el Consejo de Ministros hizo un repaso de las iniciativas nuevas o en trámite que serán discutidas en las sesiones cuyo término expira el 16 de diciembre. Según el análisis la agenda comprende una cincuentena de proyectos, pero aparte de muy contadas excepciones brillan por su ausencia las ideas de fondo.

Las razones de ese diagnóstico son varias. Para comenzar, las elecciones regionales de octubre serán un importante factor de distracción, pues la mayoría de senadores y representantes meterán baza a favor de sus candidatos a gobernador, alcalde, concejal o diputado, según sea el caso. Bajo esa óptica, tan solo hasta el mes de noviembre habría una concentración mayor en el trabajo legislativo, con lo cual la posibilidad de aprobar un número amplio de proyectos se reduce.

Por otra parte, la tormenta relacionada con el escándalo que ha llevado a la detención de 14 congresistas y la apertura de investigación a otros nueve seguirá soplando con fuerza. Así ocurrió en las sesiones pasadas y volverá a pasar en esta oportunidad en la medida en que el número de parlamentarios bajo investigación aumenta, cobijando a algunos oriundos de departamentos del interior en donde también campeó el perverso maridaje entre paramilitarismo y política.

Un factor adicional que explica el poco entusiasmo que despierta la legislatura tiene que ver con la decisión del Gobierno de no presentar grandes iniciativas en temas económicos ni políticos. Esto tiene que ver con las relaciones cada vez más difíciles entre Ejecutivo y Legislativo, a pesar de la amplia mayoría con que cuentan las bancadas uribistas. El desgaste ocasionado por discusiones como el Acto Legislativo que reformó el régimen de transferencias, tiene convencido a más de un amigo de la Casa de Nariño que lo indicado es limitar la agenda a lo estrictamente necesario.

Dicho lo anterior, es necesario destacar tres proyectos. El primero es el del Presupuesto Nacional para 2008, el cual tendrá que conciliar las peticiones de inversión aprobadas durante el debate al Plan de Desarrollo, con los objetivos de política del Gobierno y el llamado hecho por la Comisión de Gasto Público, en torno a una mayor austeridad fiscal. Los mensajes contradictorios recibidos de diversos ministerios y de la misma Presidencia sugieren que el trabajo de armonización no será nada fácil.

La segunda iniciativa de importancia tiene que ver con la reglamentación de la ya mencionada reforma constitucional a las transferencias. Aunque el espíritu de los cambios está definido, en esta materia tiene plena aplicación ese dicho que afirma que 'el diablo está en los detalles' y por lo tanto el Gobierno deberá estar atento para evitar sorpresas desagradables.

Una tercera propuesta, también fundamental, tiene que ver con un cambio al régimen de regalías, con la intención de darle más recursos a los municipios. Esa es una iniciativa loable, pero difícil políticamente debido a la laxitud de unas normas que permiten un manejo menos que transparente de recursos importantes, cuya destinación cuenta hoy con la influencia de uno que otro barón regional.

A la lista anterior hay que agregar las objeciones al Plan de Desarrollo, las adiciones al TLC con Estados Unidos, los ajustes a la normatividad sobre la televisión y la reforma al Código de Minas, entre otros. Todas esas conforman el programa de trabajo de una legislatura calificada desde ya como ligera, debido a la falta de propuestas de fondo y la escasa voluntad de unos y otros para hacer del actual un verdadero Congreso admirable.