jueves, marzo 08, 2007

Columna del senador Camilo Sánchez Ortega


Columna del senador Camilo Sánchez Ortega, segundo vicepresidente del Senado.
¡Ole!... a la cultura ciudadana

Los actos inhumanos, violentos y vandálicos son el pan diario de los colombianos debido a la guerra y a la crisis social que día a día tenemos que soportar. No es serio ni consecuente que los legisladores nos hagamos los de la vista gorda, por no enfrentar a una minoría muy influyente del establecimiento, que disfruta “la fiesta brava” y se ríe de los Tratados Internacionales ratificados por Colombia para defender los derechos de los animales. Son tan poderosos que con una simple ley, el estatuto taurino, sobrepasan la jerarquía de dichos convenios, y no pasa nada.

En el mundo sólo quedan menos de siete países que disfrutan esta barbarie, entre los que nos distinguimos España, México y Colombia. Si bien es cierto que en nuestro país logramos incluir algunos cambios como la prohibición de la entrada de menores a este espectáculo y un supuesto mayor respeto al animal, lo real es que esto es simplemente letra muerta, es más, sigue el permiso del consumo de licores durante el espectáculo público, carnicerías inhumanas en algunas plazas de pueblos y niños por doquier, sin que nadie se atreva a levantar la voz, dejando en evidencia lo poco que evoluciona el derecho a la vida y su dignidad en nuestro país.


En este escenario salen a relucir rimbombantes autoridades públicas y privadas con argumentos artísticos, históricos, culturales y hasta filosóficos a favor de la fiesta taurina. Todo esto para reivindicar lo que realmente les interesa, el dinero que se mueve tras bambalinas. No estamos contra el espectáculo como tal, queremos que sea igual al que se vive en Portugal, donde se pueden deleitar con la elegancia las mujeres, la bravura del toro, disfrutan de la música española, se vive la fiesta, pero sin torturar al animal, y con esto además no nos dirán que dejaremos desempleados a muchos colombianos.

Por lo anterior presentaré nuevamente ante el Congreso el proyecto de ley por medio del cual queden completamente claras las sanciones de tipo penal a las personas que participen, promulguen o publiquen actos de crueldad o torturas contra los animales; además estipulo los derechos y obligaciones para quienes trabajan con los animales, con el fin de no dar paso a interpretaciones amañadas por algunos tecnócratas. A través del proyecto de ley, no sólo se sancionan las actividades crueles contra los toros de casta, sino también contra las personas que organicen, participen o se lucren en peleas de perros, gallos, o en cualquier escenario donde los animales resulten maltratados y denigrados.

Debemos aprovechar el momento histórico, donde las encuestas muestran que más del 95 por ciento de los colombianos y españoles están en contra del maltrato a los animales y de la barbarie para decirle no más a los poderosos que gozan con el pan y el circo como lo hicieran los romanos. Un paso grande lo ha dado España con su Ministra del Medio Ambiente que está haciendo lo propio en su país y en Colombia el ministro Juan Lozano parece seguirle los pasos. Por lo cual es nuestro deber como parlamentarios dar la batalla en el Congreso de Colombia. Para acabar con la guerra que nos agobia, debemos empezar por educar una generación que siembre vida y no muerte.

Pd: A los contradictores que dirán que los congresistas no nos debemos abanderar de problemas superfluos les contesto que estos elementales temas son la base de una nueva sociedad y como voceros del pueblo debemos ser integrales, promulgando los verdaderos principios y destacando el derecho a la vida en una sociedad que la ha irrespetado en todas sus formas, sin miedo de enfrentar a los más poderosos, que siempre tendrán una excusa para imponerse contra los Tratados Internacionales y hasta contra nuestra Constitución.

sanchezca42@hotmail.com

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Gracias por escribirme. Saludo cordial.
Teresita